Carne de vacuno para hostelería

La carne de vacuno es una de las más demandadas del mercado y en Gran Campo sabemos que el consumidor es muy exigente en cuanto a calidad, por lo que ha ocupado siempre un lugar preferente entre nuestra familia de carnes. Por ello, ampliamos de forma constante el número de referencias atendiendo a la demanda de los clientes y ajustándonos a cada necesidad.

La flexibilidad de nuestro amplio surtido es una de las características de nuestro servicio de carnicería. Aquí en Gran Campo encontrarás diferentes referencias: por piezas, por tipo de carne, por tipo de corte, incluso por gramaje. Pídenos lo que necesites dentro de cualquiera de las subfamilias que busques (lechal, ternera, añojo, vaca o buey). Tanto en producto fresco como en congelado, somos especialmente cuidadosos en ofrecer este tipo de variedad y versatilidad, que entendemos como fundamento para un servicio completo. 

Nuestro objetivo es aportar soluciones, por eso, si hay un aspecto en el que nos diferenciamos ese es el corte, si entre la variedad que te ofrecemos no encuentras el que necesitas, nuestro equipo de carnes te lo prepara. Lo mismo sucede con la maduración de la carne o el propio servicio de envasado.

vaca en campo

Los principales tipos de ternera

Si clasificamos la carne de vacuno por la edad del animal, nos encontraremos con sabores, texturas y propiedades muy distintas.

Ternera blanca o lechal: entre 4 y 8 meses y sigue alimentándose de leche materna, por lo que su carne es muy tierna y tiene muy poco contenido graso.
Ternera: menos de 12 meses, cuyo color es de un rojo vivo, con grasa muy blanca y un sabor muy suave.
Añojo: más de 12 meses. Macho o hembra que se alimenta ya de pastos y piensos. Su carne tiene un color más rosado y un sabor más intenso.
Vaca: hembra de más de 48 meses, más oscura y con grasa infiltrada, de color amarillento.
Buey: macho de más de 48 meses, con un aporte extra de grasa que lo hace más jugoso. Sus propiedades nutritivas son mayores y nuestros bueyes están certificados. 

Los mejores cortes de ternera

Dependiendo del despiece o tipo de corte, la carne de ternera te permitirá elaborar un amplio abanico de recetas, pero debes conocer esos diferentes cortes para aprovechar al máximo las cualidades de cada pieza. 

– Corte de categoría extra: lomo alto, lomo bajo y solomillo.
– Cortes de categoría primera A: tapilla, babilla, cadera. redondo, contra y tapa.
– Cortes de categoría primera B: rabillo, pez, espadilla, culata, brazuelo, aguja o morcillo.
– Corte de categoría tercera: rabo, pescuezo, pecho, morrillo, falda o vacío o costillar.

carne filetada

Beneficios y propiedades de la carne de vacuno

La carne de vacuno es un alimento muy completo que debe estar presente en una dieta equilibrada fundamentalmente por su aporte de proteínas y minerales y ser fuente de energías.

– Proteínas: están formadas por aminoácidos fundamentales para el cuerpo humano. En el caso de la carne de vacuno contiene proteínas de elevado valor nutricional que contribuyen al desarrollo y mantenimiento de la masa muscular.

– Hierro: es uno de los minerales más destacados dentro de la carne de vacuno cuyo tipo (el hemo) permite que nuestro cuerpo lo absorba entre el 20-30 % del que ingerimos. El hierro es fundamental para la creación de glóbulos rojos y evitar anemias.

– Otros minerales: este tipo de carne es rica en zinc, un mineral que fortalece nuestro sistema inmunitario, favorece la cicatrización y es necesario para el gusto y el olfato; fósforo, cuya principal función es la formación de huesos y dientes, y magnesio, que contribuye al funcionamiento de músculos, nervios y el fortalecimiento de los huesos.

– Vitaminas: destaca la presencia de las vitaminas del grupo B, principalmente la B12, la cual no se encuentra en productos vegetales y es esencial para la producción de células rojas. La carne de vacuno también es rica en vitamina B2 (riboflavina) —que ayuda en la producción de glóbulos rojos y complementa la actividad antioxidante— así como B3 (niacina), buena para el sistema circulatorio. 

Conservación de la carne

Para garantizar que la calidad de nuestras carnes se mantenga una vez llegue a tu establecimiento (recuerda que te ofrecemos servicio a domicilio tanto si compras online como en tienda física) es importante que sigas una serie de recomendaciones para conservarla:

Mantén siempre limpia y ordenada la cámara frigorífica. Toda la carne que entre en ella debe estar etiquetada, figurando en un lugar destacado la fecha de caducidad.

No trates igual la carne en fresco que la congelada. En esta última se debe mantener la cadena de frío, mientras que la segunda puede requerir algún tratamiento especial (como retirarle restos de sangre, grasa o nervios). En caso de que optes por congelar la carne que compres en fresco, envásala al vacío o introdúcela en recipientes de plástico.

PROBLEMAS DEL COMERCIO DE LA CARNE

La carne fresca debe refrigerarse a 4º y siempre con algún tipo de protección. En Gran Campo te facilitamos este paso ya que todos nuestros productos se comercializan envasados. ¡Elige el formato que mejor se ajusta a tus necesidades!

La temperatura ideal de congelamiento oscila entre los -18 y -26 grados, lo cual posibilita que la carne preserve todas sus propiedades hasta un año, aunque hay que tener presente que, cuanto más tiempo permanezca congelada, más cambios sufrirá su textura. Además, recuerda que en Makro te ofrecemos productos de ultracongelación, los cuales se someten a temperaturas extremas (-40º) en un tiempo muy breve (normalmente dos horas) para mantener todas las propiedades intactas.

Presta especial atención a la carne que trocees y, sobre todo, a la picada, ya que al activarse los procesos de reproducción de microorganismos se deteriora antes. Por eso guárdala siempre en recipientes herméticos o protégela con film transparente.